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¿En qué consisten los rayos X óseos (radiografía)?

Un rayos X (radiografía) es un examen médico no invasivo que ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar las condiciones médicas. La toma de imágenes con rayos X supone la exposición de una parte del cuerpo a una pequeña dosis de radiación ionizante para producir imágenes del interior del cuerpo. Se utiliza comúnmente para diagnosticar huesos fracturados o dislocación de articulaciones. Las radiografías de huesos son la forma más rápida y fácil para su médico de ver y evaluar fracturas de hueso, lesiones, y anormalidades en las articulaciones.

Los rayos X son un tipo de radiación llamada ondas electromagnéticas. Las imágenes de rayos X muestran el interior de su cuerpo en diferentes tonos de blanco y negro. Esto es debido a que diferentes tejidos absorben diferentes cantidades de radiación. El calcio en los huesos absorbe la mayoría de los rayos X, por lo que los huesos se ven blancos. La grasa y otros tejidos blandos absorben menos, y se ven de color gris. El aire absorbe la menor cantidad, por lo que los pulmones se ven negros.

Este examen requiere de poco o nada de preparación especial. Hable con su doctor y con el tecnólogo si existe alguna posibilidad de que esté embarazada. Deje las joyas en casa y vista ropa suelta y cómoda. Se le podría pedir que se ponga una bata durante el examen.

¿Cuáles son algunos de los usos comunes de este procedimiento?

Una radiografía ósea se utiliza para:

  • diagnosticar huesos fracturados o dislocación de una articulación.
  • demostrar la alineación y estabilización correcta de fragmentos óseos posterior al tratamiento de una fractura.
  • guiar la cirugía ortopédica, como por ejemplo la reparación/fusión de la columna, reemplazo de articulaciones y reducción de fracturas.
  • buscar lesiones, infecciones, signos de artritis, crecimientos óseos anormales o cambios óseos observados en las afecciones metabólicas.
  • asistir en la detección y el diagnóstico de cáncer de hueso.
  • localizar objetos extraños en los tejidos blandos que rodean los huesos o en los huesos.

¿Cómo debo prepararme?

La mayoría de las radiografías óseas no requieren de una preparación especial, ni necesita realizar cita. Solo debe presentarse con su orden médica.

Se le puede solicitar que se quite parte de su vestimenta y que utilice una bata durante el examen. También se le puede solicitar que se quite joyas, dentaduras removibles, lentes y cualquier objeto de metal o vestimenta que pueda interferir con las imágenes de rayos X.

Las mujeres siempre deben informar a su médico y al tecnólogo de rayos X si existe la posibilidad de embarazo. Muchos exámenes por imágenes no se realizan durante el embarazo ya que la radiación puede ser peligrosa para el feto. En caso de que sea necesario el examen de rayos X, se tomarán precauciones para minimizar la exposición del bebé a la radiación.

¿Cómo se lleva a cabo el procedimiento?

El tecnólogo, una persona especialmente capacitada para realizar los exámenes de radiología, posiciona al paciente en la mesa de rayos X y coloca el sostenedor de la película de rayos X o la placa de registro digital debajo de la mesa en el área del cuerpo de la que se tomará imágenes. En caso de ser necesario, se utilizarán almohadas u otros dispositivos de posicionamiento para ayudarlo a mantener la posición correcta. Se colocará un delantal de plomo sobre el área pélvica o pechos de ser posible para protegerla de la radiación.

Usted debe permanecer inmóvil y se le puede solicitar que contenga la respiración por unos segundos mientras se toma la imagen de rayos X para reducir la posibilidad de que ésta resulte borrosa. El tecnólogo se dirigirá detrás de una pared para activar la máquina de rayos X.

Si es necesario, usted será reposicionado para otra visualización y el proceso se repite. Se tomarán por lo general dos o tres imágenes (de diferentes ángulos), dependiendo de las proyecciones indicadas por su médico.

Al completar el examen, se le podría pedir que espere hasta que el tecnólogo determine que se hayan obtenido todas las imágenes necesarias.

Una radiografía ósea por lo general se realiza en 5 a 10 minutos. La impresión de las láminas toma también entre 5 o 10 minutos, y la interpretación del radiólogo puede tomar un par de horas.

¿Qué experimentaré durante y después del procedimiento?

Una radiografía ósea no es un procedimiento doloroso. No sentirá ningún tipo de dolor.

¿Quién interpreta los resultados y cómo los obtengo?

Un radiólogo, un médico acreditado y capacitado para supervisar e interpretar los exámenes de radiología, analizará las imágenes y emitirá un informe firmado sobre los hallazgos encontrados en la imagen.

¿Cuáles son los beneficios y los riesgos?

Beneficios

  • Las radiografías óseas reflejan la manera más rápida y fácil para un médico de visualizar y evaluar lesiones en los huesos, incluyendo fracturas y anormalidades en las articulaciones tales como la artritis.
  • El equipo de rayos X es relativamente económico y se encuentra ampliamente disponible.
  • Teniendo en cuenta la rapidez y facilidad que brindan las imágenes de rayos X, es de especial utilidad en los casos de diagnóstico y tratamiento de emergencia.
  • No queda radiación en el cuerpo de un paciente luego de realizar el examen de rayos X.
  • Los rayos X por lo general no tienen efectos secundarios en el rango de diagnóstico típico para este examen.

Riesgos

  • Siempre existe una leve probabilidad de tener cáncer como consecuencia de la exposición constante a la radiación. Sin embargo, el beneficio de un diagnóstico exacto es ampliamente mayor que el riesgo.
  • La dosis efectiva de radiación de este procedimiento varía.
  • Las mujeres siempre deberán informar a su médico o al tecnólogo de rayos X si existe la posibilidad de embarazo.

La SEGURIDAD del Paciente: Sobre la minimización de la exposición a la radiación

En el Hospital Vivian Pellas tenemos especial cuidado durante los exámenes de rayos X en utilizar la mínima dosis posible de radiación sin comprometer la calidad de imagen ni la calidad del diagnóstico. En el Hospital nos regimos por las normas técnicas revisadas y actualizadas de las organizaciones nacionales e internacionales de protección radiológica.

Nuestro sistema moderno de rayos X tienen haces de rayos X muy controlados y métodos de control de filtración para minimizar la desviación (dispersión) de la radiación. Esto garantiza que aquellas partes del cuerpo de las que no se toman imágenes reciban la mínima exposición posible a la radiación.

Así mismo, le proporcionamos a los pacientes equipos de protección personal, como chalecos plomados, collarines y faldas plomadas, para proteger aquellas partes del cuerpo sensibles a la radiación ionizante, como la tiroides o gónadas.