El diagnóstico de cáncer puede ser abrumador y confuso, pero siempre se debe de mantener positivismo ante la circunstancia. Ante el cáncer de próstata, existen múltiples alternativas de tratamientos y maneras de ayudar a una persona para vivir una vida plena y significativa.

La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino. Se encuentra ubicada debajo de la vejiga y rodea la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior. La función principal de esta es producir parte del líquido seminal. El líquido prostático contiene sustancias que nutren y protegen a los espermatozoides, así como enzimas que ayudan en su movilidad y capacidad para fertilizar un óvulo. La próstata también contribuye a el control de la micción, influyendo en él flujo de la orina.

Aunque la próstata desempeña un papel fundamental en la fertilidad y la función urinaria, no es un órgano vital y su extirpación no impide una vida normal y saludable. No obstante, el cáncer de próstata puede llegar a afectar estas funciones.

El cáncer de próstata se origina en las células de esta, las cuales experimentan un crecimiento descontrolado y forman un tumor maligno. Las células malignas pueden invadir tejidos vecinos, y en etapas avanzadas, se podría propagar a otros órganos y partes del cuerpo, como los huesos.

Es importante recalcar, que el cáncer de próstata es de los más comunes en hombres, especialmente en hombres mayores de 50 años. La prevalencia del cáncer de próstata varia en diferentes regiones y esta influenciada por factores como la edad, la raza y los antecedentes familiares.

Todo tipo de cáncer viene conjunto a muchos riesgos, unos siendo más riesgosos que otros. La diseminación y metástasis a otros órganos, creando así más dificultad de tratamiento y curación. Por esto, la detección temprana de cáncer de próstata es importante, ya que el tratamiento será más efectivo. Las complicaciones urinarias pueden llegar a ser una molestia generada por el cáncer de próstata, ya que el tumor puede comprimir la uretra causando una dificultad para orinar. También se pueden dar acabo complicaciones sexuales, generadas por él tratamiento como la cirugía o la radioterapia, ya que algunos hombres pueden experimentar disfunción eréctil o dificultades para mantener una erección. Los efectos secundarios del tratamiento también afectan a el paciente, ya que pueden llegar a experimentar fatiga, perdida de cabello, cambios en él peso corporal, sofocos, y cambios en él estado mental y físico.

Existen dos tipos de cáncer de próstata, estos siendo Adenocarcinoma de próstata, el más común, que se origina en las células glandulares de la próstata y representa aproximadamente 95% de todos los casos. El segundo tipo es Carcinoma de células pequeñas de próstata, él cuál es menos común, pero es más agresivo y se propaga rápidamente. Se origina en las células neuroendocrinas de la próstata y puede requerir un enfoque de tratamiento diferente al adenocarcinoma.

Las etapas del cáncer de próstata se clasifican en diferentes etapas para determinar la extensión del cáncer y guiar el tratamiento. El sistema de clasificación más comúnmente utilizado es el TNM. Tumor, describe el tamaño y la extensión del tumor primario en la próstata. Nódulos linfáticos, indica si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos. Metástasis, indica si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, como los huesos, los pulmones, o el hígado. Depende de esto, se le indica una etapa al cáncer de próstata. La etapificación es importante para determinar las opciones de tratamiento y el pronóstico del paciente.

Las opciones de tratamiento son múltiples ya que de esa manera se puede asegurar el mejor tratamiento y la mejor posibilidad de comodidad del paciente. Las opciones son, vigilancia activa y manejo expectante, lo cual es opción para pacientes de bajo riesgo, la cirugía, radioterapia, terapia hormonal, terapia focal, quimioterapia y terapias dirigidas.

Durante este proceso, se requiere mucho apoyo emocional de familiares y amigos, ya que ayudan al cumplimiento del tratamiento y a la fortaleza y determinación del paciente. No obstante, se tiene que recordar que cada caso es único y es importante mantener comunicación con el medico encargado y con el equipo que está atendiendo al paciente. Con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, es posible vivir una vida plena y significativa más allá del diagnóstico de cáncer de próstata.